Parafraseando a Albert Blaya, el partido de anoche fue una combinación entre la mejoría de Querétaro y el mal partido de Chivas. No por eso quitamos mérito al progreso de la escuadra de Ramos, cada vez juegan mejor y se nota. Con un estilo ofensivo que luce con más variantes al momento de atacar. Escamilla disparando desde los linderos del área, Perg terminando las jugadas a balón parado, el mismo Dos Santos entrando como tren para buscar el gol, etece, etece.
Enfrente estuvo un equipo golpeado, en lo anímico, en lo táctico, en lo que gustes y mandes. Un rebaño que no sabe qué hacer con la bola y que siempre busca a los mismos jugadores, Mayorga de los que más intentó algo para su causa, pero nada podía hacer con un Mendoza inspirado que buscó siempre, con el cuchillo entre los dientes, defender su carril.
Ni la lluvia echó a perder la fiesta que se vivía en la gradería. Hace mucho no se veía esta comunión entre afición y equipo. Dos Santos terminó con la sequía, metió su primer gol desde que llegó al club, ¿será muy tarde para iniciar un romance con la fanaticada o está a tiempo de darle vuelta a la página y dejar un buen recuerdo en la memoria de los albiazules? Tiempo al tiempo, una gota no hace el océano. ¡Ah! Balanta, que jugador, el equilibrio que le da al medio campo fue clave en todo, desde la recuperación hasta en el gol, pase a Jonathan y gol. El colombiano anda bien y de buenas.
Aguerre, Perg, Vera, “Rusito”, Barrera, de los mejores juegos que se les ha visto a estos hombres. Algunos como Washi ya repiten en la lista de los de mención honorífica. Lo más complicado está por venir y veremos si lo de ayer fue una casualidad del contexto o un verdadero paso adelante en las formas de este equipo.
Ojo, el repechaje según las matemáticas es posible; pero con pocos juegos por disputar en casa (Xolos, Monterrey, Santos) y las visitas que aún se le complican a los queretanos (Toluca, Juárez, Mazatlán y Atlas) queda desempolvar la calculadora y a prender la vela. Por lo pronto sigue la visita a la bombonera, pero de eso hablaremos después.
