La temporada avanza y nos encontramos en la jornada seis, los Gallos Blancos se encuentran en el antepenúltimo lugar de la general con tan solo tres puntos; derivados de tres empates, dos de los cuales se han gestado en los últimos minutos.
Son estos últimos minutos los que parecen ser el némesis de Mauro Gerk, quien ha dejado ir puntos importantes durante su gestión, mismos que han beneficiado a su mal record con tan solo una victoria en sus 22 partidos al frente del cuadro emplumado, con nueves empates y 12 derrotas.
No debemos ir tan lejos para empezar el conteo de las ocasiones que por desatenciones los emplumados no han podido sacar tres puntos de un mismo partido, en el encuentro frente al Guadalajara, correspondiente a la fecha cinco, los de Gerk mantendrían la ventaja hasta el minuto 90, dónde, tras una equivocacion en el área chica, Mayorga remataría de cabeza para lograr el empate, mismo empate que conserva el antirécord de 49 partidos sin ganar de visita.
Cómo olvidar la fecha 14 del torneo anterior, en casa enfrentaron a los Guerreros del Santos, con un gran partido que parecía significar la segunda victoria del cuadro albiazul, pero nuevamente, en la última jugada del encuentro, Carlos Acevedo, el portero rival, cabeceó en el área para arrebatarle el triunfo a unos gallos que se creían ya ganadores.
A estos se le suman los partidos de de la anterior temporada contra Cruz Azul, dónde al minuto 83, Christian Tabó se encargó de adelantar a los de la máquina. Aquel partido en Mazatlán durante la jornada nueve, dónde Oswaldo Alanís recuperaría a su equipo para nuevamente robarle la oportunidad a los Gallos de romper su racha.
Los últimos minutos de un partido son los más importantes; a pesar de que un conjunto domine y tenga control absoluto de un partido, el error o la desconcentración puede lograr que todo el esfuerzo que se maneja desde los entrenamientos hasta el encuentro, se vea tirado por la borda. El cuadro de Gerk necesita mejorar su cierre de partidos, reconocer que su sistema establecido, lejos de ayudar, genera dudas y desconfianza. Necesita probar tácticas distintas, implementar jugadores que ayuden a mantener el resultado y conservar en el campo a aquellos que suman, sustituyendo a aquellos que, tras el minuto 80, se dedican a perder la posesión.