En el pasado mes, circularon en redes sociales rumores acerca de que la institución queretana seguía formando parte de Grupo Caliente. Estos rumores llegaron a los oídos de Gabriel Solares, quien inmediatamente salió ante los medios a desmentir dicha información. El directivo externó que no existe la posibilidad de que la familia Hank regrese a dirigir administrativamente al club; Solares aseguró que está cubierto el pago de la totalidad de la franquicia incluso con un crédito bancario.
No es la primera vez que se vincula al club con dicho grupo, hay que recordar que el antecedente más lejano que se tiene registrado de una alianza con Caliente es en el 2006, cuando Gallos Blancos ascendió a Primera División. Este club nació luego de que la Federación Mexicana de Fútbol implementara que todos los equipos de Liga MX tuvieran una filial en la extinta Primera División ‘A’. Este equipo solo estuvo un semestre en Tijuana, después se mudaría a Celaya.
A finales del año 2019, Grupo Imagen vendió a Gallos Blancos a Grupo Caliente, luego de que Imagen no lograra estabilizar económicamente al equipo desde su llegada en 2014.
Llegó el 2020, Gallos Blancos arrancaba el Clausura 2020 con nuevos dueños y teniendo resultados aceptables. La pandemia paró el torneo y afectó directamente en las finanzas de la Liga MX y sus clubes. Como consecuencia, Caliente tuvo que vender la franquicia a SOLAZ Deportes y Entretenimiento S. de R.L. de C.V.
La venta de la franquicia al grupo de inversionistas encabezado por Gabriel Solares y Manuel Velarde trajo diversos cambios en el organigrama de los emplumados. Grupo Caliente sólo contempló en la negociación la franquicia, más no a los jugadores. Jugadores como Marcel Ruiz, Jordi Cortizo, Areli Hernández (ya regresó al club este torneo), Ariel Nahuelpan, Jorge Aguilar, Fabián Castillo, Clifford Aboagye, Paolo Yrizar y Jaime Gómez se despidieron del equipo y arribaron a tierras fronterizas para reportar con Xolos de Tijuana. Gil Alcalá se integraría un año después al equipo de Tijuana.
El valor de la franquicia se redujo drásticamente, llegando a ser uno de los clubes que menos valor tiene en la Liga MX, al conformarse en su mayoría con jugadores procedentes del Atlante, equipo que jugaba en el Ascenso MX. Esta situación enervó y molestó a la afición queretana, al ser testigos del nulo compromiso del grupo de dueños que administró al Querétaro, dejando sin nada al club.