Con seis puntos de nueve posibles, Querétaro ha arrancado el Guard1anes 2021 con el pie derecho. Los albiazules han ido de menos a más, haciendo del Estadio Corregidora su fortaleza. Héctor Altamirano implementó un estilo de juego diferente, sin embargo, ante Pumas demostró su capacidad para adaptarse y derrotó a Andrés Lillini desde la pizarra.
Cuando visitó a Toluca y recibió al Atlas, Gallos fue un equipo que buscó dominar a través de la tenencia de la pelota. No obstante, dicha intención cambió el domingo pasado, pues los emplumados únicamente tuvieron el 40% de la posesión. De esta manera, a diferencia de los partidos pasados, con el esférico en su poder, Querétaro fue un equipo mucho más vertical.
En este sentido, el papel de Antonio Valencia y Gonzalo Montes fue fundamental. Con Juan Pablo Meza y Omar Mendoza en escena, Valencia tuvo mayor presencia en carriles interiores. En ataque, el ex Manchester United se incrustaba entre central y lateral, ello para que Meza tomara altura y para que Valencia pudiera organizar desde el fondo lateralizando su posición. Por su parte, Gonzalo Montes constantemente descendía a la altura de los centrales, también para colaborar en salida de balón y para poder sortear la presión universitaria.
Al mismo tiempo, tras robo, Valencia y Montes fueron determinantes para hacer más verticales las posesiones. Gallos no se saltaba el mediocampo, pero sí buscaba transiciones agresivas para activar a los atacantes y agarrar mal parado al rival. Incluso, esto se vio directamente reflejado en el marcador, pues ambos completaron una asistencia.
Cabe mencionar que, para este encuentro, los de Pity Altamirano no solo modificaron el cómo atacar, sino que también cambiaron el dónde recuperamos. En defensa, los albiazules pasaban del 4-3-3 al 4-4-2, con Fernando Madrigal acompañando a Sepúlveda en el frente del ataque y con Kevin Ramírez y José Gurrola descendiendo a la altura de los mediocentros.
Así, Gallos se defendió en bloque medio; es decir, detrás de la medicancha. A partir de ello, al recuperar el balón, Pumas tenía mucho espacio que defender a su espalda, el cual fue aprovechado por las rupturas del tridente (Ramírez, Sepúlveda y Gurrola) con Montes y Valencia lanzando para habilitar a sus compañeros.
De igual forma, de cara a este encuentro, Ángel Sepúlveda fue un hombre muy importante. Anteriormente, Da Costa y Silveira habían sido la referencia en el ataque plumífero, pero cabe mencionar que ellos tienen características bastante distintas a las de Sepúlveda. La presencia del atacante mexicano le viene muy bien al equipo, pues además de ser capaz de descargar juego directo, posee mayor movilidad entrelíneas y sabe caer en banda.
Al final, Querétaro firmó un encuentro redondo, pues supo adaptarse y detectó las debilidades del rival para llevar el juego al escenario que más le convenía. Héctor Altamirano ha encontrado soluciones, ya sea atacando al espacio o en espacios reducidos, y ello significa una gran noticia para Gallos, pues si el Plan A no funciona, siempre se puede probar el Plan B.