Después de la respuesta emitida por la Directiva de Gallos Blancos, la Liga MX y Gobierno del Estado de Querétaro, sobre la negativa del regreso de la Barra Resistencia Albiazul a la tribuna del Corregidora, la afición convocó mediante redes a no asistir más al Estadio.
Esta medida adoptada por los aficionados orilló a la directiva queretana a regalar boletos a familias para que asistiera al estadio, forzando así un «ambiente familiar». Solo las localidades de Cabecera Norte Baja -donde dicha zona no tiene venta de boletos- y toda la zona oriente se veían «abarrotadas».
Querétaro estaba promediando 13 mil 989 asistentes por partido, sin embargo, para el juego versus Mazatlán, se registraron un total de 9 mil 871 espectadores. La preguunta es, ¿cuántos de esos casi 10 mil boletos fueron regalados? ¿cuántos aficionados sí entraroon con boleto pagado?
Una hora antes del partido largas filas para entrar estadio ya eran visibles a las afueras del inmueble. Tras el mal paso del equipo y los comunicados emitidos en torno al tema ya mencionado, era difícil creer que la gente llegara muy temprano para presenciar este partido en particular.
A Gallos le restan dos juegos como local, uno enfrentando a León y otro frente a Atlas. Estos dos juegos son considerados como «clásicos» e «imperdibles» por la afición. Sin embargo, si las medidas de represión continuan será complicado que la afición asista al estadio.
