A dos días del partido jugado contra los Bravos de Juárez, los queretanos sacaron un triunfo que les dio el superliderato general. Un aspecto importante por destacar, es el hecho de que los emplumados hayan tenido problemas en encuentros donde contaban con un elemento más dentro del campo. A lo contrario a partidos que enfrentaban a rivales con mayor dificultad, donde Gallos lograba ser más vistoso mostrando un mejor ataque.
El partido antepasado se jugó contra Pachuca ahí las cosas fueron similares porque desde muy temprano, el atacante Cardona sería expulsado por lo que prácticamente jugaron más de 70 minutos con desventaja numérica. Incluso el cuadro tuzo anotaría primero. Después se replegarían a lo que Gallos buscó la manera de descifrar a la zaga rival consiguiéndolo a final de partido. Esta misma fórmula se haría más notoria en el partido del Domingo. Los Bravos jugarían con 10 hombres desde el minuto seis. En casi todo el encuentro se veía a los Albiazules circulando el esférico de un lado a otro, manteniendo la posesión del balón. Pero sin poder penetrar a la defensa juarense.
En los enfrentamientos donde los dirigidos por Vucetich se midieron ante Toluca y Cruz Azul pudimos observar un comportamiento distinto de Gallos Blancos. Siendo más profundo, más agresivos por las bandas, para crear mayor peligro. En el partido ante Toluca se destaca el juego individual de Castillo quién causó daño por el costado de la izquierda. Consiguieron su segunda anotación en una jugada fabricada desde su cancha. Contra Cruz Azul se vieron los dotes ofensivos de los elementos queretanos y la gran habilidad que tiene el mediocampista Luis Romo quien saltó líneas para conseguir el primer gol y mediante una recuperación consiguió el doblete. Un equipo al que se le teme cuando ofende por fuera o cuando juega a contra golpe aprovechando su velocidad.
A la conclusión que podemos llegar es que el fútbol que actualmente desempeña el conjunto de Querétaro se basa en que el equipo rival tenga la iniciativa. Al momento de recuperar el balón, el ataque Albiazul surte más efecto gracias a la velocidad de sus atacantes. Mostrando así su mejor cara. En cambio, cuando el rival le cede el esférico, el equipo no tiene la virtud para romper el muro defensivo.
Dadas estas circunstancias el cuadro Albiazul tendrá gran oportunidad de desplegar su fútbol con equipos que se caracterizan por ser ofensivos desde el principio como lo son Tigres, Monterrey, América y León, por mencionar algunos. Pero con equipos que retrasan sus líneas y ceden la iniciativa, será cuando los Gallos tendrán que ser más creativos para poder atacar también por dentro con más frecuencia y definir los partidos.
