Fernando Madrigal, hombre de confianza para Alex Diego

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Querétaro, Querétaro, 16 de agosto de 2020. , durante el juego a puerta cerrada de la jornada 5 del torneo Guard1anes 2020 de la Liga BBVA MX, entre Gallos Blancos del Querétaro y Águilas del América, celebrado en el estadio La Corregidora. Foto: Imago7/ Víctor Pichardo

Existen muchas caras nuevas en el plantel de Gallos, por lo que ha existido mucha incertidumbre con respecto al accionar del equipo, sin embargo, en cinco jornadas, podemos notar que muchos elementos son de la plena confianza del técnico Alex Diego, por eso hablaremos de Fernando Madrigal, mediocampista que llegó al conjunto albiazul y que en lo que va de torneo ha sido pieza importante en el once del estratega.

Fernando Madrigal inició su carrera en las fuerzas básicas de León, pero una lesión en 2009 frenó sus planes de debutar en Primera División con los esmeraldas. El futbolista se tuvo que esperar hasta 2015 para tener minutos en el máximo circuito, lo hizo con el Pachuca donde solo disputó siete partidos. Ha estado en diferentes clubes de divisiones inferiores, pero Querétaro es su tercer club en Primera División, luego de los “Tuzos” y San Luis, equipo de donde es procedente.

Madrigal ha disputado prácticamente todos los minutos con el equipo albiazul durante el certamen a excepción de los duelos contra Pachuca y América donde salió de cambio al 88’ y 90’ respectivamente, por lo que ha sido de los elementos que más ha repetido en el esquema de Alex Diego. Lo que deja ver claramente lo fundamental que es el jugador en el mediocampo de los emplumados.

En cuanto a su rendimiento en el terreno de juego, Fernando Madrigal es un excelente recuperador, su tarea principal en el medio campo. Cabe mencionar que hace una extraordinaria dupla con Gonzalo Montes quién tiene mayores responsabilidades con posesión de balón, debido a su juego individual, ya que se encarga de distribuir el esférico, aprovechando los espacios para causar peligro. Por lo que Madrigal tiene más virtudes en cuanto al sacrificio y la presión que ocasiona para robar el balón, y con ello comenzar los embates queretanos.