Corría la jornada 14 del Clausura 2015 y los Gallos Blancos visitaban al América, en aquel entonces dirigido por Gustavo Matosas. El equipo de Víctor Manuel Vucetich había logrado recomponer el camino tras el cese de Nacho Ambriz y estaba a miras de puestos de liguilla.
Al 24’ de la primera mitad, Yasser Corona ponía el 1-0 tras un fantástico cobro de tiro libre. Cerca del descanso, Antonio Naelson “Sinha” asistió a un joven Orbelín Pineda que, con su gran capacidad técnica, duplicaba la ventaja con un remate cruzado.
En la parte complementaria, los Albiazules (en esa ocasión vestidos con el uniforme alternativo) estancaron el partido bloqueando cualquier ataque americanista.
Sin embargo, lo mejor del partido llegaría hasta el minuto 83’ cuando Ronaldinho entró a jugar en el Coloso de Santa Úrsula. Dos minutos después, Danilinho se mandó un contragolpe letal y dejó en bandeja de plata un balón dentro del área para Dinho, que, sin titubear, mandaba al fondo de la red.
En el tiempo agregado, Ronaldinho culminó la tarde con el 4-0. El brasileño se inventó una pared, y con la calidad de sus mejores años, colocó la pelota muy cerca del palo derecho. En la celebración, la “incondicional” afición azulcrema emuló a la hinchada del Real Madrid al ovacionar (de forma merecida) al campeón del mundo con Brasil.
Esa temporada, Gallos perdería el duelo por el título ante Santos y sería el final de la relación con el astro brasileño. Sin embargo, ese triunfo ante América guarda un sabor especial para los aficionados queretanos.
