Excelsa visión de campo, mesurado perfil y refinada técnica. Hecho en Cantera, visitó El Infierno, salvaguardó a La Máquina, desfiló por La Perla Tapatía y, a veinte años de su debut, agradeció sigilosamente al Azul y Negro. Un contención que, sin acaparar demasiados reflectores, se ganó la admiración de cada plaza custodiada.
Es Israel López, ícono azteca de la década reciente que después de tres títulos nacionales y una Copa de Campeones CONCACAF con el Club Deportivo Toluca disfrutó una estancia bipolar de un año en el Coloso del Cimatario para plasmar sus últimas anécdotas como futbolista profesional.
Proveniente de Estudiantes Tecos, ‘Toshiro’ -mote con el cual le bautizaría Ricardo Ferreti en su campaña de estreno en el máximo circuito, arribó a Gallos Blancos para el histórico Apertura 2011 de aquella primera clasificación a Liguilla. Compartiendo plana con Carlos Bueno, Adolfo Bautista y Liborio Sánchez, el capitalino labró su nombre en un registro dorado del club. Sin embargo, una operación a final de certamen le impidió gozar plenamente esa gesta.
“Le agradezco a la gente del Querétaro que me ha tenido la paciencia y la confianza para seguir aquí con el grupo. Le estoy dando con todo al trabajo. Quiero terminar bien el torneo; probablemente ya sea el último para mí y deseo jugarlo de la mejor manera”, declaró López Hernández a ESPN sobre la limpieza de cartílago en la rodilla derecha que le marginó del épico cierre emplumado.
La delicada lesión, la edad y el pésimo torneo consecuente a un diciembre mágico, hicieron recapacitar a López acerca del adiós a las canchas. Aún bajo el mando de José Cardozo, viejo conocido de La Bombonera, el Clausura 2012 significó el paradero definitivo de un personaje que, marcado por un diplomado en dirección deportiva en Toluca impartido por el Real Madrid, a través de la UVM, al lustro había cambiado los tachos por los mocasines.
Desde el Apertura 2016, Israel tomó las riendas del representativo Sub-17 del Pedregal. En escasos seis meses, su labor y sacrificio se verían reflejados en C.U., recinto que no era habilitado con regularidad para los equipos con límite de edad, para encarar a Monterrey en el duelo decisivo por el campeonato. Posteriormente, la directiva felina le daría la confianza para ascenderlo al conjunto Sub-20.