Nuevo proyecto que viene acompañado de muchas emociones en el gallinero, los Gallos ya han pasado esta euforia de tener nueva administración y ahora está empezando a llegar el momento donde se analiza que pasos hay que seguir para revivir a una franquicia que honestamente estaba en una miseria futbolística grande.
El camino no será sencillo para que el dueño Marc Spiegel empiece a ver resultados de su inversión. De momento, lejos de reforzar demasiado la plantilla, su mayor enfoque ha sido rodearse de gente que ya esté empapada de futbol mexicano. Tal es el caso, de Álvaro De la Torre, que fue apuntalado como presidente deportivo. De la Torre, es concoido por trabajar en Atlas durante la etapa del bicampeonato, alguien que ya sabe lo que es ver a un equipo levantarse de la mediocridad y conseguir el más grande de los éxitos.
De la Torre, dio una entrevista recientemente donde habló sobre lo importante que es ir estableciendo este proyecto poco a poco y contratando jugadores que puedan servirle al equipo por varios años. De esta manera, se crea una base muy sólida en la que puedes recargarte para conseguir éxitos a futuro.
Estas declaraciones se han visto respaldadas, ya que a diferencia de años pasados donde se traían jugadores muy experimentados que ya no eran tomados en cuenta en otros clubes, hoy hemos visto como traen a gente como Homenchenko, Jhojan Julio o Carlo Adriano. Jugadores jóvenes que tienen esa hambre de empezar a destacar en su carrera y por eso vienen con todas las ganas de irrumpir.
De igual manera, aseguró que tenía confianza total en Benjamín Mora y Fernando Samayoa, que ambos proyectos no parecía que fueran a ser cortados pronto pero que debían de tener su tiempo de asentarse sin la presión de perder su trabajo.
La realidad, es que es un proyecto que va a tomar tiempo en consolidarse, no es trabajo fácil el levantar a un equipo que lleva años sin destacar, de momento parece que tomará tiempo pero que se van dando pasos en el camino indicado para conseguir generar esta evolución que haga que valga la pena la espera de los aficionados queretanos que están urgidos de que el gallo vuelva a cantar.