Querétaro: Guard1anes 2021

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Después de un irregular Guard1anes 2020, Querétaro se prepara para su debut en el 2021. El equipo de Héctor Altamirano afrontará un torneo en donde la afición tiene grandes expectativas debido a la contratación de las dos figuras ecuatorianas: Antonio Valencia y Jefferson Montero. No obstante, no se debe perder de vista que este es un equipo en plena reestructuración, pues hace menos de un año sufrió un turbulento cambio de dueños. El objetivo debe ser pelear por los puestos de Repechaje.

Confección de la plantilla

Durante el torneo pasado, Gallos atravesó un semestre complicado tanto administrativa como deportivamente hablando. Tras la venta del club, los emplumados se vieron obligados a montar un proyecto que desde el primer momento fue cuestionado. Querétaro formó un equipo inexperimentado en la parte directiva, en el cuerpo técnico y en la primera plantilla. Evidentemente, los resultados no fueron los esperados.

De esta manera, aunque la inexperiencia es algo que sigue caracterizando a esta institución, es una realidad que la directiva ha renovado al plantel. Los jugadores que mostraron una buena versión en el certamen pasado se mantuvieron y además llegaron ciertas piezas que elevaron el nivel del equipo. De cualquier forma, hay que mencionar que esta plantilla sigue siento limitada, pues es la penúltima nómina del fútbol mexicano. Su éxito dependerá en gran medida de la capacidad de Héctor Altamirano para optimizar recursos.

Posible XI

Antes de hablar de un posible once inicial, es importante entender cómo concibe Pity el fútbol. El estratega mexicano es un entrenador que se siente más cómodo cuando su equipo tiene la posesión del balón; es decir, Querétaro va a ser un conjunto que salte al terreno de juego para proponer, para instalarse en campo rival y para buscar constantemente la portería contraria.

En este sentido, entendiendo su estilo y las cuatro fases del juego: ataque organizado (tener el balón), defensa organizada (no tener el balón), transición defensiva (perder el balón) y transición ofensiva (recuperar el balón), se puede intuir que Gallos buscará asentarse en ataque organizado durante la mayor parte de los partidos. Por poner un ejemplo, el Querétaro de Alex Diego era un equipo antagónico a este, pues prefería estar la mayoría de los minutos en defensa organizada para después hacer daño mediante transiciones ofensivas.

Así, a través del 4-3-3 que probó el Pity Altamirano en el tramo final del torneo, los albiazules podrán montar un once competitivo.

Ataque organizado

Como se mencionó anteriormente, esta será la fase del juego que Gallos privilegiará. Para poder tener fluidez en este escenario, es fundamental contar con elementos con una gran técnica individual, pues ya sea a través del uno contra uno o en el pase que Querétaro podrá agitar bloques bajos. Evidentemente, a los emplumados no le sobran jugadores con esas características, aunque sí poseen algunos que pueden ser diferenciales en este contexto.

Desde la medular, Gonzalo Montes se ha alzado como un futbolista capaz de organizar los primeros pases. Es una realidad que Gallos va a sufrir para sacar la pelota limpia desde el fondo, ya que, dejando de lado a Alcalá y Doldán, la mayor parte de la zaga no es muy dúctil con el balón en los pies. Así, Montes tendrá descender e incrustarse entre centrales para colaborar en la salida de balón. Sin embargo, el uruguayo también tendrá la misión de activar a los atacantes.

Al mismo tiempo, Antonio Valencia es otro de los futbolistas que están llamados a darle ese salto de calidad a las posesiones de Querétaro. El ecuatoriano partirá por delante de Montes, pero su objetivo será el mismo. El ex Manchester United puede crear un triángulo asociativo interesante con Omar Mendoza y Kevin Ramírez, ya sea activando el desmarque al espacio del mexicano, o bien, cayendo en banda cuando el uruguayo trace diagonales.

En el último tercio, la sensibilidad entre líneas de Kevin Ramírez será determinante. Recordemos que, aunque el uruguayo parte como extremo, su función será más la de un mediapunta. Kevin Ramírez le liberará la banda derecha tanto a Mendoza como a Valencia, para explotar sus trazos de afuera hacia adentro buscando el disparo o para asistir a Silveira en estático o a Madrigal llegando.

Por otro lado, el papel de Jefferson Montero también será fundamental. Al ser Alexis Doldán un lateral que compensa en ataque organizado y que cierra como tercer central para quedar menos expuestos tras pérdida, la amplitud por izquierda será responsabilidad del ecuatoriano. Montero será una de las principales armas para el Pity Altamirano, pues su desequilibrio en el uno contra uno puede ser una de las claves para generar ventajas en posicional. Esto sin olvidar el recurso de Ángel Sepúlveda, cuya virtud no es precisamente otorgar amplitud, pero que sí puede ser diferencial atacando el lado débil son apariciones sorpresivas a segundo poste.

Defensa organizada

Al ser Querétaro un equipo cuyo objetivo es estar la mayoría de los minutos instalado en campo rival, la presión tras pérdida será otra de las premisas imprescindibles para los de Héctor Altamirano. Gallos es un conjunto que desea tener la posesión del balón, por tanto, los mecanismos de recuperación deben estar muy bien trabajados para tener la tenencia de la pelota el mayor tiempo posible.

En este sentido, la presión se puede volver uno de los grandes aliados para el Pity Altamirano, pues no solo le permite tener el esférico, sino que también puede ser una solución si el ataque organizado no tiene la fluidez deseada. Entre más cercano al área rival robes, menos pases progresivos tienes que completar para instalarte en campo contrario.

Ahora bien, habrá que esperar para saber qué tan arriba buscará robar Querétaro. La presión te simplifica muchos aspectos del juego, pero conlleva un riesgo respecto a cómo quedas parado si el rival supera tu línea de presión. Además, Gallos no posee elementos que a campo abierto sean de fiar, ni retardando la jugada ni yendo al corte, por lo que, si te atacan en transición ofensiva, los emplumados pueden quedar muy expuestos si no ejecutan una presión coordinada.

Transición defensiva

Probablemente, la transición defensiva sea el mayor reto al que se enfrente Héctor Altamirano. Previo al arranque del torneo, es una gran noticia que Querétaro tenga un estilo definido: La búsqueda constante del arco rival. No obstante, el cómo atacas está directamente relacionado con el cómo defiendes. Cada ofensiva debe estar planeada respecto al cómo quedo parado si pierdo en esta zona el balón.

El primer recurso de Gallos una vez que no tenga el esférico será una intensa presión tras pérdida, pues la intención del Pity es tener constantemente la pelota. Sin embargo, si dicha presión no es fructífera, los albiazules deberán encontrar la forma de replegar para concederle la menor cantidad de espacios posibles al rival.

A partir de ello, Alexis Doldán es el comodín para Altamirano. El futbolista paraguayo es central por formación, sin embargo, en este sistema puede ser muy importante como lateral. Doldán tiene un trato muy educado con el balón y tiene una gran relación tanto con cercanos como con lejanos; es decir, su golpeo le permitirá a Gallos aclarar el camino, ya sea asociándose en corto con los mediocampistas o en largo con Hugo Silveira para el juego directo. Por otro lado, al cerrar como tercer central en ataque organizado deja menos expuesto al equipo y libera a Gonzalo Montes para que este tenga mayor influencia en los últimos metros.

De cualquier forma, algo que debe preocupar a Pity Altamirano es la defensa a campo abierto. Daniel Cervantes, Martín Rea o, en su caso, Hugo Magallanes, son zagueros que se sienten más cómodos defendiendo cercanos a su área. Ninguno de estos tres elementos tiene como principal virtud la velocidad, ya sea para retardar la jugada o saltar al corte. Por tanto, Gil Alcalá deberá estar muy atento a la hora de cubrir la espalda de sus centrales, jugando prácticamente como un líbero.

Transición ofensiva

Por características naturales e incluso por lo que observamos durante el Guard1anes 2020, a Gallos se le facilita más atacar en transición ofensiva que en organización ofensiva. Al existir más espacios, Querétaro vulnera a los rivales con mayor destreza. En este escenario, ya vimos brillar a tipos como Kevin Ramírez, Hugo Silveira o Fernando Madrigal.

Así, a través de la presión que buscará implementar Altamirano, los albiazules pueden encontrase con varios contextos en lo que haya mini transiciones ofensivas. Es decir, dependiendo de dónde ocurra el robo, Gallos puede ser más vertical en sus ataques.

De esta manera, Gonzalo Montes y Antonio Valencia lanzando serán los encargados de habilitar a los atacantes. Ya sean Jefferson Montero o Kevin Ramírez por los extremos o a Fernando Madrigal como mediocampista llegador.

Al final de cuentas, la buena noticia para Querétaro es que elevó el nivel de la plantilla conforme al torneo pasado. Hoy Pity Altamirano tiene varias herramientas, especialmente de mediocampo hacia adelante, que le permitirán plasmar su idea en el terreno de juego. No obstante, la clave este certamen para Gallos será cómo gestiona la pérdida, pues el semestre anterior ya fue uno de los equipos más goleados a pesar de ejecutar un estilo mucho más conservador.