Invasión albiazul en el Jalisco

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El Clausura 2007 fue un torneo que quedará en la memoria de los fieles aficionados de los Gallos Blancos. En aquel campeonato los plumíferos lucharían hombro con hombro con Santos Laguna en una férrea competencia por no descender.

El 29 de abril de 2007 sería la fecha en la cual se decidiría que equipo descendería a la Primera División ‘A’.

Jornada 17, Clausura 2007, 16:00 horas. Atlas vs Querétaro/Santos Laguna vs Cruz Azul

Una vez más los dirigentes de la FMF designaban que los partidos de la lucha por la permanencia se jugarían a la misma hora. El Estadio Jalisco era la última locación de los queretanos, donde se jugaban el todo o nada, con una victoria se salvaba el equipo de Chava Reyes Jr. sin importar lo que hiciera Santos Laguna contra Cruz Azul.

Gallos llegaba al partido motivado después de la victoria en casa en la jornada 16 contra Tigres y con el apoyo mostrado por parte de la afición a lo largo de toda la temporada. Los antecedentes de los emplumados como visitantes en aquel campeonato no los favorecían, ya que no habían conseguido ganar de visita en el torneo y solo se habían sumado tres unidades en condición de visitante, producto de puros empates.

Esta situación no importaría en el último encuentro del torneo frente a Atlas, ya que en la semana previa al partido decisivo se estuvo difundiendo por los medios de comunicación nacionales que habría una invasión por parte de la afición queretana a tierras tapatías, esto, con el motivo de motivar y hacer sentir a los dirigidos por Salvador Reyes Jr. como si fueran locales en el Jalisco. En el transcurso del mediodía en Guadalajara no era extraño ver gente con la camiseta de Gallos Blancos en las inmediaciones del Jalisco.

No existen números exactos de cuanta afición queretana estuvo presente en ese duelo, se estima que fueron entre 20 mil y 25 mil aficionados quienes pintaron de azul y negro el Coloso de la Calzada de Independencia. Los cánticos del ‘Querétaro Querétaro’ y el ‘Gallos no se va’ retumbaban el inmueble.

Minutos antes de iniciar el encuentro, el Estadio Jalisco era una fiesta, se asemejaba a una final de Liga MX. Había lleno total, ambas aficiones presentes con cánticos y aliento a sus equipos, destacando claramente la presencia de la afición queretana que realizó el viaje.

Para desgracia de los aficionados que realizaron el viaje el resultado no se daría a favor de los albiazules y a los 17 minutos del primer tiempo ya se encontraban abajo en el marcador con doblete del jugador atlista Nicolás Olivera. Querétaro intentó reaccionar, el estratega mandó más jugadores al ataque pero las jugadas culminaban en remates al poste, al travesaño y tiros desviados, siendo este probablemente uno de los peores partidos en la historia de Gallos Blancos. La desesperación y la ansiedad por irse al frente en el marcador en los primeros 10 minutos les jugó en contra y termino por descender al equipo que era conformado por jugadores como Mauro Gerk, Margarito González, Marco Jiménez y Jorge Almirón.

A partir de este enfrentamiento surgió una rivalidad entre la Resistencia Albiazul y la Barra 51, esto derivado de las burlas de los barristas rojinegros y violencia ocasionada finalizando el duelo. Una lamentable situación que no debe presentarse en ningún escenario deportivo.