No hay más palabras, no hay más excusas, no hay lado bueno, la realidad del equipo es que vive el peor momento de su nueva administración, y a pesar que se pueden echar culpas o tener pretextos de si se fue fulano o no se reforzó como debía, la realidad es otra, ya que con menos se ha hecho más, pregúntenle a Nacho.
Independientemente de lo que pase con el partido ante Pumas, es muy arriesgado seguir con el proyecto actual, ya que en nuestra liga los proyectos a largo plazo no funcionan por el formato del torneo y la idiosincrasia de los jugadores locales.
Así es, se nos canso el gallo, ya el discurso no funciona, no motiva, no rinde frutos, se necesita una renovación, alguien que vuelva a motivar a los jugadores y que pueda encontrar la combinación adecuada entre jóvenes, experimentados y las nuevas incorporaciones.
Mientras este cambio llega, esperemos que este sábado llegue el triunfo que tanto nos hace falta a los aficionados, esa alegría de salir con una victoria en casa, y ante un rival de peso.
