Han pasado ya más de siete años desde que Gallos Blancos sufrió su último descenso deportivo. Aquella noche del 4 de mayo del 2013 se recuerda porque Querétaro firmó su último partido en la Primera División. No obstante, aquel día puede decirse que fue el descenso más “alegre” en la historia del conjunto emplumado. La afición queretana, consciente que la permanencia era prácticamente imposible, abarrotó el Estadio Corregidora y le dio una merecida despedida a su equipo.
A pesar de realizar un histórico Clausura 2013 en donde Gallos sumó 24 puntos e incluso finalizó el torneo en puestos de Liguilla, ello no fue suficiente para que los albiazules mantuvieran la categoría. Los desastrosos Clausura y Apertura 2012 los terminaron condenando a la División de Plata.
En la Jornada 16, cuando Querétaro se alistaba para visitar a Chivas, el Altas mantenía con vida a los dirigidos por Ignacio Ambriz, puesto que su parcial victoria ante Puebla, le daba la posibilidad a Gallos de enfrentarse ante La Franja en la última jornada para ver quién se quedaba en Primera. Sin embargo, irónicamente, Isaac Romo le dio el empate al Puebla y prácticamente mandó a los albiazules al descenso.
Con dicho empate, Querétaro debía vencer 11-1 al Puebla si quería mantener la categoría. Evidentemente, este resultado no se dio y Gallos perdió la categoría. No obstante, contrario a lo que suelen ser los descensos, en esta ocasión se vivió una fiesta en el Corregidora. La afición queretana despidió a su equipo como nunca antes alentando durante más de 90 minutos. “Donde estés, hoy y siempre” fue uno de los mensajes más contundentes que se pudo leer desde la Cabecera Norte.
Al final, por las bondades del fútbol mexicano, el dueño, Amado Yáñez, adquirió la franquicia de Jaguares de Chiapas y Querétaro continuó en la Primera División. De cualquier forma, cuando se jugaba aquel Gallos vs Puebla, la gente no lo sabía y el dolor y sufrimiento se vivió como en cualquier otro descenso.
